Salome Martínez

Asumen en la UDEM el desafío de incentivar la tribología en México

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Por: Angel Enrique M

En un país en el que la tribología aún da sus primeros pasos, los profesores Demófilo Maldonado Cortés y Laura Peña Parás, de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad de Monterrey, asumieron el reto de desempeñarse como enlace en México del International Tribology Council (ITC).

En días pasados, Ali Erdemir, presidente del ITC –organismo regulador de las principales actividades de tribología en alrededor de 40 naciones–, pidió directamente a Peña Parás y Maldonado Cortés fungir como representantes de esta institución internacional en el país, cargo que anteriormente no existía.

Y es que todas las herramientas y maquinarias en la industria sufren algún tipo de desgaste debido a la fricción entre las superficies de sus piezas en funcionamiento, por lo que la aportación de soluciones en este ámbito ofrecería a la industria local y nacional mayor competitividad ante la entrada del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

La visión de Maldonado Cortés es que, con la llegada del T-MEC, se incrementará el uso de la tribología, así como la investigación de nuevas prácticas en ese tema, por lo que es necesario que México desarrolle su propia tribología.  

“El costo de las herramientas es fácilmente el 10 % del costo del producto; cuando aumenta la actividad industrial y de manufactura, hay más necesidad de ahorrar en herramental, se debe permear en muchos campos, entre ellos, la tribología”, explicó.

Peña Parás, por su parte, afirmó que esta ciencia, que busca incrementar la productividad y reducir el mantenimiento, tiene beneficios no solo en ahorro de herramienta, sino ahorro de energía.

“Si una herramienta hace más fácil el proceso, porque tiene una superficie libre de imperfecciones o libre de desgaste, quiere decir que será más eficiente, más rápida y tiene un impacto ambiental bastante considerable, por la disminución de consumo energético”, estableció.

La tribología en México recién comienza a desarrollarse y a llamar la atención entre investigadores, industria y universidades.

“Yo creo que estamos empezando; todavía la gente no entiende el término”, aseguró Maldonado Cortés, “nosotros nos damos cuenta cuando vamos a diferentes países a eventos de tribología, a veces somos los únicos mexicanos; pero van creciendo las asociaciones y los eventos”.  

El investigador de la UDEM señaló que la cantidad de profesionales que empiezan a trabajar en tribología en el país va en aumento, porque están buscando más especialización para resolver problemas.

“Cada vez recibimos más solicitudes de servicios y consultoría sobre temas tribológicos de empresas que tienen que ver con lubricantes, principalmente, o industria metal-mecánica, donde necesitan aumentar la vida útil de las herramientas a través de aplicaciones tribológicas”, expuso.  

Asimismo, el profesor del Departamento de Ingeniería afirmó que todavía hacen falta más estudios sobre tribología en las universidades en México, aunque también el interés está aumentando: el par de catedráticos han sido buscados por instituciones como el Instituto Politécnico Nacional y la UANL.

“En Estados Unidos, es sorprendente la cantidad de universidades que tienen la materia y el laboratorio de tribología formal, desde hace tiempo, y nosotros, en México, somos de los primeros”, mencionó.

En el plan de estudios de la UDEM, destaca la materia de tribología en los programas académicos de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías, además de contar con laboratorios especializados de Tribología y Nanotecnología.

“Nuestra fuerza son nuestros alumnos de carrera (nivel licenciatura): los llevamos a niveles que la gente, cuando exponemos, no piensa que son de carrera, ni siquiera de maestría; desde muy temprano los metemos en esto y los potencializamos”, enfatizó.

Ambos integrantes del cuerpo docente universitario egresaron de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la UDEM y poseen el nivel de Doctorado.

EXPLORACIÓN CON OTRAS ÁREAS

Peña Parás destacó que la UDEM ha implementado diferentes estrategias para explorar como grupo, en forma interdisciplinaria, la combinación de esfuerzos, con lo que se han visto buenos resultados.

“Desde que empezamos en estos estudios, combinamos el área de la tribología con la nanotecnología; en mi caso, utilizando la nanotecnología para mejorar la calidad de los lubricantes, que disminuyen la fricción, el desgaste, porque tienen una relación muy directa; hemos hecho muy buena sinergia en estos dos temas y se ha reflejado en resultados”, sostuvo.

Otra tecnología aplicada es la del texturizado láser, una técnica importada de Israel, que consiste en hacer microcavidades con láser en una superficie, en la que la mayor aportación fue desarrollar nuevos patrones de huecos y “hacer sinergia con nanolubricantes”, según indicó Maldonado Cortés.

“Al ojo humano es difícil verlas (microcavidades), pero son tan grandes que permiten que microgotas de lubricantes se alojen ahí y, cuando la superficie de la herramienta está trabajando, el lubricante dura más tiempo puesto, lo que hace que se desgaste menos la herramienta, que tenga menos fricción y menos consumo energético”, puntualizó.

El profesor universitario comentó que existen cuatro solicitudes de patente en trámite sobre estos temas y se espera que este año se liberen algunas de ellas.  

MÁS ESTUDIANTES Y MÁS INVESTIACIÓN

Entre las prioridades como nuevos representantes de ITC en México, figuran el ingresar a más estudiantes al Capítulo Estudiantil de la Sociedad de Tribólogos e Ingenieros de Lubricación (STLE) –que constituyeron el profesor y la profesora en la UDEM, pero abierto a estudiantes de otras universidades–, y que se distingue por tener fuerza en ambas áreas: la científica y la industrial.

“Queremos que más alumnos ingresen a nuestro Capítulo, que más gente nos conozca, seguir explorando nuevas líneas de investigación con los contactos que podamos hacer o con sinergia con alguien que lo haga en otra parte del mundo para poder tener nuevo conocimiento y nuevas oportunidades para la industria”, subrayó Maldonado Cortés.

Como enlace, también deberán mantener el contacto y la comunicación entre las sociedades y grupos de tribología en todo el mundo, y ayudar a que los congresos internacionales se organicen a intervalos acordados, como el Simposium Anual de Tribología, entre otras tareas.

“Al ser referencia en México, se nos abren muchas posibilidades: nos contactó una compañía japonesa, a través del ITC, entonces, se nos abre el networking; si nosotros quisiéramos buscar en otras partes del mundo, sabemos dónde; si alguien quiere buscar alguna parte de México para hacer negocios, seremos la referencia”, asentó.

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