Por Dulce Xochitl M

El Alcalde de Escobedo, Andrés Mijes, ha alzado la voz para denunciar una serie de ataques cibernéticos que ha sufrido en los últimos días, afectando directamente su capacidad de comunicación con la ciudadanía a través de su línea de WhatsApp. Mijes calificó estos eventos como parte de una «guerra sucia» dirigida en su contra.

En una semana marcada por la intensificación de estos ataques digitales, Mijes detalló que ha sido víctima de dos incidentes distintos. En uno de ellos, su número celular fue inhabilitado y reportado como robado después de sufrir un ataque cibernético. En el otro, su cuenta de WhatsApp fue cerrada por la empresa propietaria, alegando un presunto mal uso de la plataforma.

El Alcalde expresó su preocupación por el impacto negativo que estos incidentes tienen en la comunicación directa con los escobedenses, quienes utilizaban la línea de WhatsApp para plantear sus inquietudes y buscar apoyo para resolver problemas en sus comunidades.

«Es una herramienta esencial para el desarrollo de mi trabajo como Alcalde, y al bloquearla por supuestos reclamos de mal uso de la cuenta, me doy cuenta que esto es una guerra sucia», afirmó Mijes durante una rueda de prensa, donde mostró imágenes de conversaciones que mantenía con los ciudadanos.

Mijes condenó enérgicamente la campaña de desinformación en su contra y advirtió a sus colegas alcaldes y a todos aquellos en la función pública sobre la importancia de mantener la precaución ante estos ataques que buscan socavar la efectividad de su labor.

El edil informó que ha presentado denuncias formales ante la Policía Cibernética para que se investigue y se identifique a los responsables de estos ataques digitales. Además, para no interrumpir completamente la comunicación con la ciudadanía, Mijes ha habilitado un nuevo número, el 81.2146.2917, con el objetivo de seguir en contacto directo con los ciudadanos.

Estos incidentes subrayan la creciente preocupación por la vulnerabilidad de los funcionarios públicos ante ataques cibernéticos, que no solo afectan la imagen de los líderes, sino que también restringen el acceso directo de los ciudadanos a sus representantes electos.