Por Salomé Martínz

En un día marcado por el caos y la tensión, legisladores del H. Congreso de Nuevo León designaron como Gobernador Interino a Luis Enrique Orozco Suárez, vicefiscal del Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia, en medio de manifestaciones y actos vandálicos protagonizados por simpatizantes del Partido Movimiento Ciudadano.

La sesión del Pleno del Congreso se vio interrumpida por gritos de «vendidos», «corruptos» por parte de los ciudadanos que, con determinación y fuerza física irrumpieron en el recinto. Las diputadas de Movimiento Ciudadano, Norma Benítez, Daniela Puente y Consuelo Gálvez, intentaron hacer ingresar a un grupo de ciudadanos, pero las autoridades del recinto les negaron la entrada, desatando una serie de disturbios.

La situación se torno más violento cuando, minutos después, la multitud de hombres encapuchados y mujeres logró ingresar al pleno empujando la puerta y lanzando una bomba de humo, lo que llevó a legisladores de Movimiento Ciudadano a exigir la suspensión de la sesión. A pesar de los incidentes, el presidente del Congreso, Mauro Guerra, insistía en continuar.

La Fuerza Pública y personal de la Fiscalía ingresaron al recinto para restablecer el orden. Eduardo Gaona solicitó la interrupción inmediata de la sesión, y a las 19:09 horas, la multitud arrebató el dictamen que leía el diputado Eduardo Leal.

En medio de este caos político, las bancas del PRI y el PAN en el Congreso designaron a Luis Enrique Orozco Suárez como Gobernador Interino, para cubrir la licencia de Samuel García, quien busca la presidencia de la República. Orozco Suárez asumirá funciones el 2 de diciembre, según la decisión tomada en una sesión que requería la presencia de elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones para proteger a los legisladores.

Samuel García, gobernador electo, esperaba que alguien vinculado con su gobierno y partido asumiera el interinato, pero los diputados tomaron una decisión diferente.