Con el objetivo de aliviar la presión económica que la crisis hídrica está imponiendo a las familias de Nuevo León, los coordinadores del PAN y el PRI en el estado han presentado una iniciativa de reforma. Esta propuesta busca que los empleadores compensen los gastos de sus empleados relacionados con la obtención de agua para el consumo en sus hogares.

Carlos de la Fuente Flores y Heriberto Treviño Cantú presentaron esta iniciativa a través de una propuesta de reforma a la Ley de Hacienda del Estado. Su objetivo principal es establecer un incentivo fiscal que se sufragaría mediante el Impuesto Sobre Nóminas. Este incentivo estaría dirigido a los trabajadores que realizan gastos relacionados con la obtención de agua para sus hogares, como la compra de agua potable en garrafones, la adquisición de agua para cocinar, la inversión en sistemas para la recolección de agua, entre otros.

De acuerdo con la propuesta, los empleadores deberán compensar estos gastos hasta un monto máximo de 3,000 pesos mensuales por trabajador. Estos gastos podrían ser deducidos por el empleador del Impuesto sobre Nóminas.

Además, se plantea la posibilidad de que las empresas registradas en el estado realicen inversiones para proporcionar agua potable a sus empleados en las instalaciones de la empresa. Estas inversiones podrían ser deducibles hasta por un monto de 20,000 pesos.

La iniciativa enfatiza que la crisis hídrica ha tenido un impacto significativo en los ingresos de las familias de Nuevo León. La falta de acceso al agua potable para actividades cotidianas como cocinar, bañarse o usar instalaciones sanitarias ha llevado a que los habitantes del estado deban destinar parte de sus ingresos para suplir esta necesidad.

Los proponentes argumentan que es responsabilidad del Estado garantizar el acceso al agua potable como un derecho humano, y si el sector privado puede proporcionar este servicio, el gobierno debe asumir los costos o gastos asociados.