Salome Martínez

Estrenan obras del compositor Rolando Cruz en las Jornadas de Música Nueva

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Por 4poder.info

Aliento fresco se respiró ayer por la noche al escuchar la música del compositor regiomontano Rolando Cruz Elizondo, interpretadas por el ensamble Noodus en el Teatro del Centro de las Artes.

Una serie de obras en su mayoría estrenos se escucharon en este concierto de clausura de de las  Jornadas  de Música Nueva,  organizadas por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes para celebrar el XV Aniversario del Centro de Compositores de Nuevo León.

Dichas Jornadas  se realizan durante el mes de junio y estuvieron conformadas con una serie de conciertos con obras de reciente creación y un taller sobre  Escritura Contemporánea para Flauta, impartido por el maestro Wilfredo Terrazas.

Piezas para solistas, duetos, cuartetos, un sexteto con electrónica y una obra para  un ensamble de once músicos, todas de reciente creación de Rolando Cruz conformaron el programa que se ofreció anoche.

El propósito fue presentar un programa completo con obras de este compositor para su difusión. Rolando Cruz fungió el año pasado como coordinador del Centro de Compositores de Nuevo León.

Primero se estrenó Bellumi Intimum, para guitarra sola interpretada por Teo Velez. Esta es una pieza de grandes contrastes, con grandes dificultades técnicas, que el intérprete solventó en gran manera.

Luego se estrenó Sphaera, para cello solo interpretada por Marieta Ivanova. Esta es una pieza de carácter fuerte y agresivo con muchos elementos de  exigencia virtuosística. Ivanova lo hizo notablemente bien.

Después vino el estreno de Miniaturas, una serie de piezas pequeñas para flauta y violín en las que hay un constante diálogo inspirado en las manifestaciones dadaístas de la literatura.

En seguida se interpretó Memorias Suspendidas para cuarteto mixto  en el que se explora un mundo caótico, representado por figuras rítmicas irregulares y líneas melódicas con grandes aristas.

Luego se ofreció Virginalis Harmonica Series para sexteto mixto y electrónica. La pieza tiene su origen como una pieza acusmatica, un paisaje sonoro que fue creado a partir de manipulación  con síntesis FM y ruido blanco generado por la misma síntesis. Poco después se añadió el material que tocan los instrumentos acústicos y que está basado en manipulaciones de síntesis activa que generan sonidos de la serie armónica y que se traducen en escalas  y acordes que son la base del lenguaje utilizado.

Finalmente se estrenó Scriptio Canonicarum, pieza interpretada por un ensamble de cámara de once ejecutantes. La obra es una especie de reconciliación  con las formas y técnicas polifónicas y contrapuntísticas  antiguas. La obra está basada en un coral a cinco voces tejido con un lenguaje armónico basado en segundas mayores y cuartas justas, inspirado en las manipulaciones melódicas propias  del renacimiento polifónico, los elementos temáticos principales son presentados en formas invertidas, retrogradas y aumentadas o disminuidas para lograr esa textura en la que cada instrumento tiene una identidad propia e independencia a pesar de haber sido generadas por los mismos elementos.

 

 

 

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