Por Salomé Martínz
En un entorno donde la ciudadanía reclama una justicia más cercana, ágil y transparente, Karina Ruiz Cruz, candidata a Jueza de Distrito en Materia Civil y de Trabajo por el distrito 2 en Nuevo León, surge como una figura de integridad y compromiso con los derechos humanos.
Con más de 15 años de trayectoria en el Poder Judicial de la Federación, Ruiz Cruz no sólo acredita una sólida formación jurídica —es licenciada en Derecho, cuenta con una maestría en Derecho Procesal Penal y ha cursado diversos diplomados en derechos humanos, juicio de amparo y perspectiva de género—, sino que ha demostrado a lo largo de su carrera una profunda vocación de servicio público.
“La justicia no puede ni debe estar desconectada de la realidad social”, afirma. Su visión jurisdiccional coloca como eje rector la protección y progresividad de los derechos humanos, en especial hacia los grupos más vulnerables. No es casual que durante su campaña —en la que ha recorrido personalmente más de 13 municipios—, una de las experiencias que más la marcó haya sido el encuentro con una joven de la comunidad LGTB+ en Doctor Arroyo, quien, al conocer sus derechos, le confesó que eso la hacía sentirse “más decidida a ser quien es”.
En sus propuestas destaca la necesidad de agilizar procesos judiciales, reducir plazos mediante la conciliación y el uso de medios electrónicos, así como mejorar la comunicación con las personas usuarias, “que muchas veces llegan solas, sin abogados, y merecen ser atendidas con un lenguaje claro y con dignidad”, dice. También propone mecanismos para evaluar el desempeño judicial y canales accesibles para quejas, a fin de promover la transparencia y rendición de cuentas.
En materia de amparo, Ruiz Cruz subraya que este juicio sigue siendo “la mayor protección que tenemos todas las personas frente a los abusos de autoridad”, y que debe defenderse y garantizarse para toda la ciudadanía, sin importar género, origen, orientación o condición económica.
Karina Ruiz Cruz no promete justicia, la practica. Ha sido actuaria, oficial administrativa, secretaria de juzgado y coordinadora técnica. Conoce el funcionamiento judicial desde sus cimientos. Pero, sobre todo, tiene claro que el trabajo de quien juzga no es un privilegio, sino una responsabilidad ética y humana.
A pocos días de que concluya el proceso electoral interno para la designación de jueces mediante voto popular, Ruiz Cruz lanza un llamado claro: “No se trata de estar a favor o en contra de la reforma. Lo que está en nuestras manos hoy es votar con conciencia. Elegir a personas honestas, con trayectoria, con vocación. Solo así podremos asegurar una justicia independiente y cercana a la gente”.
Porque, como ella misma afirma al iniciar cada jornada: “Siempre podemos aprender, siempre podemos mejorar. La justicia también puede hacerlo, si se ejerce con compromiso, vocación y humanidad”.