Originario de El Tocoy, comunidad del municipio de San Antonio, San Luis Potosí, arribó a Monterrey para probar suerte y al entrar a Pescaderías Martínez Tijerina encontró una buena empresa para desarrollarse profesionalmente y al pasar de los años formó una hermosa familia.

A pesar del tiempo que tenía en la empresa nunca abandonó su puesto ni fue en busca de nuevos caminos porque siempre contó con el apoyo incondicional de sus jefes.

Inclusive tuvo la oportunidad de viajar a los restaurantes en Estados Unidos para conocer la franquicia. El dueño Armando Martínez Tijerina guarda bellas anécdotas de ese tiempo. «La enseñanza que nos dejó a todos fue la lealtad al trabajo, la lealtad a la familia y a los amigos. Boni siempre estarás con nosotros», platicó Martínez Tijerina.

Como cada 1 de enero, Boni arrancó el año nuevo animando a sus compañeros a preparar la paella y la mariscada para los comensales del negocio.

“Vamos, vamos adelante, a darle”, expresaba a su incansable equipo de trabajo.

Por la tarde, al ir a tomar la siesta un infarto terminó con su vida; el ejemplar trabajador pasó a dormir el sueño eterno y paradójicamente renació solo que ahora en el recuerdo de sus compañeros y seres queridos.

«Cuanto más oscura es la noche, más brillantes son las estrellas, cuanto más profundo es el duelo, más cerca está Dios».

Bonifacio Bautista Anaya 30 de diciembre de 1969-01 de enero del 2022. QEPD.