Por: Salomé Martínez

El nepotismo se ha convertido en una tradición y la máxima ley en el municipio de Apodaca durante las últimas cuatro décadas.
El botín de este municipio se ha repartido entre alcaldes y ex alcaldes de está localidad, destacando entre los principales, Lombardo Guajardo, quien fue alcalde en dos ocasiones en los 80 y 90; Raymundo Flores, quien gobernó el municipio en tres ocasiones; Antonio Elizondo, alcalde del 2003 al 2006; Benito Caballero, quien lo fuera del 2009 al 2012 y, por supuesto, el alcalde actual, César Garza, quien ya había manejado las riendas de la presidencia municipal del 2000 al 2003 e iniciara en 2018 su segundo mandato; todos del partido tricolor.
Lo anterior dado a conocer en el periódico ABC de la localidad, donde destaca que «El alcalde de Apodaca, César Garza, repartió entre cuatro ex Presidentes Municipales la mejor ´tajada´ de la nómina.
«Además de también ubicar en cargos públicos a su tío y al hijo de su secretario particular, el edil otorgó a familiares de los ex funcionarios puestos donde se deciden los casi 2 mil 500 millones de pesos del presupuesto anual».
En un reportaje, el medio local informa que «Los tentáculos de esta red de influencias están en el cabildo, Obras Públicas, Desarrollo Social y Desarrollo Urbano, entre otras áreas.
Además de que «La presencia de familiares y fieles es palpable tanto en la nómina municipal como en el organigrama del cabildo apodaquense, ambos accesibles vía internet».
De acuerdo a la información difundida por la prensa, el propio alcalde César Garza reconoció en una entrevista que «seres muy cercanos a ellos (los ex alcaldes) trabajan en el gobierno conmigo, son parte de mi equipo». Y aseguró que su relación con los ex funcionarios es: «no buena, es excelente, ¡trabajo en equipo!».
Aunque estos acuerdos no son nuevo debido a que son parte de los acuerdos de cada elección donde el PRI predomina y no tienen contrincantes, se destaca el hecho de que en la actualidad predominen los arreglos para mantener en los distintos cargos a amigos, compadres e hijos de los compadres, como si se tratara de una máxima en el bastión priísta que predomina en este municipio.
«La red de nepotismo en la nómina apodaquense se debe a un presunto pacto que el alcalde actual selló con sus antecesores y que incluiría en total a 50 personas, entre familiares e incondicionales.
«No se necesita escarbar a gran profundidad para detectar la presencia de alta burocracia «a modo» que César Garza implantó en la estructura jerárquica del ayuntamiento que encabeza», argumentaron en el reportaje difundido.
De acuerdo a esta información, destaca que a la hija del ex edil Raymundo Flores, María Cristina Flores Elizondo, él alcalde de Apodaca, Cesar Garza, le dio el cargo de primera regidora, y al sobrino, Filiberto Flores, lo nombró titular de la codiciada Secretaría de Desarrollo Social.
Asimismo, se informa que al fiel y cercano ahijado de Raymundo Flores; Andrés Cantú Ramírez, el edil apodaquense le asignó la la valiosa Secretaría de Desarrollo Urbano.
Así también como, el nombramiento de regidora para la hija del ex alcalde Benito Caballero; Melissa Alexandra Caballero Olivares.
Y a su otro hijo, Francisco Caballero Olivares, le dio el puesto de director General de la Juventud.
En apoyo al ex edil Lombardo Guajardo, ABC informa que, el apoyo fue para su hermano, Jorge Iván Guajardo, a quien César Garza mantiene en la administración como regidor.
«En tanto, al ex alcalde Antonio Elizondo le permitió colocar a su yerno, Francisco Javier Escareño Flores, como síndico del cabildo.
«También con nepotismo, César Garza nombró a su propio tío, Héctor Garza Villarreal, titular de la Secretaría de Obras Públicas, un puesto clave que influye en la asignación de una parte toral de los recursos públicos, y cuyas decisiones son codiciadas por los grandes contratistas», resalta.
Asimismo se informó que Garza Villareal «premió a su secretario particular y persona de mayor confianza, con la colocación de su hijo, Alejandro Isidoro González Jáuregui, como regidor del municipio».
Con base en esta información, Apodaca es el cuarto municipio con más presupuesto de Nuevo León, contando con un ejercicio fiscal de casi $2 mil 500 millones de pesos para este año; destacando el costo de la nómina que supera los 100 millones de pesos mensuales.
De esta forma se concluye que la red de nepotismo en este municipio va más allá de solo contratar a amigos y compadres, si no también a familiares de primer nivel, aunque eso signifique violentar las leyes establecidas en el estado y los estatutos que impiden la contratación de familiares en la función pública.
Sin embargo, el alcalde de Apodaca Cesar Garza, no tiene empacho en decir que la relación con los ex alcaldes es buena. «Es excelente y me apoyan con su presencia; la verdad es que yo tengo una relación cercana, fluida con todos».

Por 4poder