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Por Grupo 4poder

 

Se trataba de un simple día entre semana, ni siquiera era de noche, era media mañana, venía casi corriendo por en medio de la calle siguiéndola sus dos niños, su hermana y su madre, todos arregladitos, Magda más arreglada que todos los demás, llevaba un vestido blanco como de boda, zapatos de tacón y un ramo, los demás, vestidos de fiesta.

“Hacía donde se dirigen” les preguntó un vecino, todo se imaginó que le fueran a responder menos lo que escuchó. “Vamos a la boda de Magda”, ¿A la boda de Magda? Pensó para él mismo, pero si Magda ya está casada, su marido está, desafortunadamente en la cárcel se contestó solo el curioso vecino.

Definitivamente el curioso, pero también muy apreciado vecino, apreciado porque siempre se preocupa por el bienestar de todo el barrio, pensó que era una broma lo que acababa de escuchar o que no había oído bien, pero ni una cosa, ni la otra, ya de regreso, ya con calma, Magda y sus acompañantes le pudieron explicar todo.

Aunque Magda y su pareja tenían más de diez años de estar juntos, aunque hubieran procreado dos niños, siempre habían pensado en formalizar su relación, es decir, siempre habían pensado en contraer matrimonio, por desgracia, una mala decisión del padre de los hijos de Magda lo había llevado a la prisión, Magda había perdido toda esperanza de tener su boda, por lo menos mientras su pareja estuviera privado de libertad.

Pero hace unos meses, en una de las visitas dominicales su pareja le hizo una pregunta, una pregunta que le hizo volver a iluminársele el rostro, el padre de sus hijos le propuso matrimonio.

Al interior del penal se celebraría una boda colectiva, un Oficial del Registro Civil estaría allí para formalizar a las parejas que quisieran contraer matrimonio, Magda no lo pensó dos veces, de inmediato le dio el SÍ.

Ilusionada pero realista, pues ella ha aprendido que todo puede cambiar de última hora y que de última hora se podían cancelar esas bodas colectivas, Magda fue muy discreta, no le dijo nada a ningún vecino, ni a ninguna amiga, unos días antes le dijo a su madre y a sus hijos que por favor tal día la acompañaran al Centro Penitenciario.

Y sí, se llegó el día, no hubo cambio, no hubo cancelación, Magda se levantó más temprano de lo acostumbrado, se puso guapa, se arregló el pelo, se puso un vestido de novia que le habían prestado, arregló a sus niños, le consiguió un vestido a su madre para que fuera a la fiesta y felices salieron de casa.

Ese día la pobreza, la tristeza y la soledad se quedaron descansando, ese día hubo fiesta, ese día hubo boda, ese día el amor y la esperanza se abrazaron, como se abrazaron Magda y su marido.

PROMOVIENDO PAZ Y JUSTICIA

En Promoción de Paz, A.B.P. no sentimos muy honrados de haber sido testigos de 31 MATRIMONIOS celebrados el pasado miércoles 9 de julio de 2014 en el Centro de Prevención y Reinserción Social Topo Chico, felicitamos a las Damas Vicentinas y a las Autoridades del Centro Penitenciario por esta gran iniciativa y por la excelente organización de tan emotivo y esperanzador evento. Sin duda alguna, estas acciones dignifican y fortalecen a quienes están privados de libertad y a sus familias.

Consuelo Bañuelos Lozano.

(Información tomado de Promoción de Paz https://www.facebook.com/photo.php?fbid=447724625369832&set=a.109752052500426.13787.109724729169825&type=1&theater)

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