Por Salomé Martínez
Lorenzo Zambrano, pionero de la globalización que no se arredró ante la apertura internacional, es ejemplo digno de imitar no sólo por los empresarios, sino también por las actuales y futuras generaciones incluidas las políticas.
El secretario del Trabajo estatal, Héctor Morales Rivera consideró que el empresario regiomontano se une a la pléyade de hombres y mujeres que han forjado una parte importante de la historia de Nuevo León y que lo han hecho grande.
Dijo que el empresario regiomontano deja un legado de trabajo, de empuje, de profunda responsabilidad y solidaridad social, que honra el valor fundamental de Nuevo León que es el trabajo.
Conocedor profundo del ámbito laboral, Morales Rivera señaló que como presidente y director general de Cemex, Lorenzo Zambrano, creó miles de fuentes de empleo a lo largo de su fructífera vida en las empresas que le dieron lustre, que le dieron nombre y que colocaron en un lugar muy especial a Nuevo León, en el ámbito de la industria y del empleo mundial.
Comentó que Zambrano Treviño fue el gran líder que acrisoló y consolidó a una gran empresa que nace en nuestra entidad, en nuestra tierra, que se conoció originalmente como Cementos Hidalgo y que él llevó a convertir en una empresa de clase mundial, la tercera productora de cemento a nivel mundial.
Eso, agregó, pues definitivamente representa un ejemplo y constituye un ícono de lo que es el empresario nuevoleonés y mexicano.
La labor de Zambrano Treviño se tradujo en empleos dignos y decentes, bien remunerados en una planta laboral en sus empresas, donde corresponde al esfuerzo que los trabajadores hacen.