Por Salomé Mtz
Carlos Rodríguez es un joven común del municipio de Pesquería, desde los 18 años se ha visto en la necesidad de transportarse en una silla de ruedas, pese a ello ha tenido a cuestas la obligación de sacar adelante a su madre quien conforma su familia, lo mismo ha trabajado vendiendo chicles que realizando mandados en una carnicería de la localidad.
Todo sus habitantes han visto su trayecto diario de un lado para otro por las calles del municipio, porque dice, no le gusta estar quieto en un solo lugar, le gusta moverse para acá y para allá, y platicar con todo aquel que quiera escuchar su historia.
A sus 24 años, se enfrentó a un nuevo reto, su silla de ruedas dejó de ser funcional y cómoda, las ruedas del vehículo comenzaron a caer y descomponerse continuamente, pese a ello Carlos con la ayuda de un amigo se acercó al DIF municipal a solicitar la ayuda para su particular situación, ahí le facilitaron una silla provisional con la promesa de que le entregarían una nueva y a su medida, y la encontró.
Gracias a la ayuda municipal y de la Asociación Civil Johnny and Friends, que tiene desde hace 8 años una alianza directa con el ministerio americano Genezereth, Carlos hoy ya puede contar con la satisfacción que le fuera donada una nueva silla de ruedas, a su gusto, a su medida y con lo necesario para poder transportarse libremente por su camino.
Es por ello, que el alcalde de Pesquería José Gloria López acudió personalmente a las instalaciones de este organismo cristiano al municipio de Guadalupe para recibir personalmente 10 sillas ruedas que darán solución a igual número de personas que requerían una de ellas, en el lugar agradeció invaluablemente el apoyo del pastor Julio Montes Martínez director del ministerio, la aportación para la comunidad con discapacidad de su municipio.
En esta la segunda entrega, constató las adecuaciones físicas que se la hacen a cada uno de estos artículos para el beneficio de quien más lo necesita, con la ayuda de personal capacitado y de los instrumentos necesarios con que cuentan en su taller de reparación, comprobó la labor humanitaria y social que se les da a quien solicita este tipo de servicios de forma gratuita.
Así como Carlos, la señora Hilda Garza de 74 años, Luis Ángel Torres de 14 y Román Alvarado de 24 pudieron ser parte de este programa de apoyo para personas con problemas físicos como la cuadriplejía y recibir así una silla ajustada a su edad y características motoras.
En la actualidad Johnny and Friends ha podido distribuir más de 3 mil 500 sillas en el estado de Nuevo León y otras entidades como Guadalajara y Monclova, y con la ayuda de cientos de voluntarios que conforman estos organismo cristiano desde hace 20 años y que tiene presencia en más de 50 países, como lo dio a conocer Montes Martínez.
Este organismo nació en Louissiana, Estados Unidos y gracias a una joven americana que desde los 17 años quedo postrada en una silla de ruedas debido a un accidente, y con la ayuda de su gobierno inició con la tarea de fortalecer a las personas de su misma condición, para que la comunidad en general donara las sillas de ruedas que ya no necesitará y comenzando una cadena de solidaridad a nivel internacional.
Hoy en día Carlos se muestra contento con todos quienes formaron parte del anhelo que tenía como prioridad en su vida, y agradeció a cada uno de los involucrados por la aportación, puntualizando alegremente “ ¡ Ya tengo coche nuevo ¡ , ¿ ahora para que me paren ?”, sonríe.
Además de entregar estas sillas, el organismo también ofrece aparatos para deambular como muletas, bastones y andadores en los tres centros de distribución que suma en el Estado. Aunado a ello, también cuentan en su haber con educación escolar desde guardería, primaria, secundaria, preparatoria y universidad, hasta el nivel de posgrado, donde se inculcan valores.
“Dios mueve voluntades y corazones de personas, porque el evangelio no solo tiene que ver con palabras, tiene que ver con atender las necesidades espirituales materiales y físicas de las personas, por que Jesús nos dio ese ejemplo”, concluyó el pastor