Por Pedro García
Mientras en la ciudad de México el presidente, militante del PRI, Enrique Peña Nieto sostuvo, la noche del miércoles, una reunión con el dirigente del PAN, Gustavo Madero y los gobernadores panistas, acá en Nuevo León la institución del gobierno del Estado y el panismo siguen de pleito, reyerta a la cual no se le ve fin.
A continuación, el texto oficial sobre el encuentro en Los Pinos: “El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se reunió esta noche en la Residencia Oficial de Los Pinos con dirigentes del Partido Acción Nacional y gobernadores de extracción panista, con quienes sostuvo un diálogo cordial sobre distintos temas.
El Presidente Peña Nieto, los dirigentes y gobernadores del PAN dialogaron, entre otros, sobre aspectos relacionados con el presupuesto, así como de la coordinación entre el Gobierno de la República y los gobiernos de las entidades federativas.
En la reunión estuvieron presentes el Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, y el Coordinador de la Comisión Política del propio Partido, Santiago Creel Miranda.
También acudieron los Gobernadores de Sonora, Guillermo Padrés Elías; Guanajuato, Miguel Márquez Márquez; Baja California, José Guadalupe Osuna Millán; Baja California Sur, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor; Puebla, Rafael Moreno Valle, así como el Gobernador Electo de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid.
Dice en la redacción que hubo “un diálogo cordial”…Y la presente foto es elocuente…
Entonces, mi no entender. Cómo es que a nivel nacional la relación PAN-Peña Nieto está a partir de un piñón, y en Nuevo León predomina el conflicto, los desplantes (de uno y otro lado), la deserción de las reuniones, los golpes y los contragolpes, el reparto de culpas mutuas…
Dijo el secretario de gobierno, Alvaro Ibarra que los panistas se están llevando “entre las patas” a la comunidad, y aseguró que la mesa de diálogo ha arrojado buenos resultados en distintas materias.
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Por cierto, en el acto conmemorativo del 76 aniversario de la Comisión Federal de Electricidad, afirmó que “este es el momento de romper inercias y de quitar las trabas que nos han impedido crecer a nuestro verdadero potencial. Es momento de ser audaces y atrevernos a acelerar nuestro desarrollo”, aseguró, tras señalar que la Reforma Energética propuesta al Congreso de la Unión “busca democratizar el acceso a energía eléctrica de bajo costo” y que con ello los hogares y las pequeñas y medianas empresas, PyMES, –que generan tres de cada cuatro empleos en el país- puedan beneficiarse de una mayor oferta de energía eléctrica a un menor costo”.
En el tema de la propuesta de que con la concesión o privatización de los servicios públicos bajarán las tarifas, nosotros siempre hemos disentido y no hemos fallado en esa opinión contraria.
Ni modo que el presidente vaya a emitir un decreto para reducir las tarifas eléctricas. Ningún inversionista le entra a un negocio si va a estar sujeto a imposiciones gubernamentales sobre sus inversiones.
En otras palabras, un empresario fija los precios o tarifas de los bienes o servicios que distribuye en relación a sus costos de operación, y no por una orden gubernamental.
Creo que el presidente Peña Nieto debe evitar ese tipo de discursos porque los gobernados nos quedamos con la idea de que al concesionarse la electricidad a particulares las tarifas van a bajar de manera automática.