Por Redacción
Estimados Compañeros:
A un mes de haber concluido una de las etapas más hermosas de mi vida, quiero agradecer primero a DIOS, la valiosa oportunidad que me dio, de representar a un gremio tan valioso, como lo es, el de los trabajadores del Seguro Social. Tuve la oportunidad de formar un equipo de trabajo sólido y compenetrado, teniendo como meta, el bienestar de los trabajadores que conforman esta gran Institución.
Tuvimos grandes éxitos que compartimos, así como desavenencias, que de igual manera, nos hicieron esforzarnos aún más para buscar resultados satisfactorios. Hubo metas que se veían inalcanzables, pero gracias a la coordinación y a la buena voluntad de mi equipo de trabajo, así como de toda la estructura que conforma nuestra organización, se lograron la mayoría de los objetivos. Agradezco infinitamente a nuestras familias por el apoyo que siempre nos brindaron, pues sin ellas, no hubiéramos logrado lo que nos propusimos.
A todos mis compañeros, GRACIAS de todo corazón, por recorrer conmigo este camino, GRACIAS por su valioso apoyo, GRACIAS por sus críticas, gracias también a quienes no estuvieron de acuerdo conmigo, porque de eso se trata la auténtica democracia; contribuyendo todo esto a mi crecimiento como ser humano y a templar mi carácter.
Decidí esperar el momento oportuno para romper mi silencio, que de ninguna manera ha sido signo de debilidad y quebranto, al contrario, me he conducido con prudencia y tolerancia y estoy convencida que este es el momento indicado de cerrar éste ciclo en mi vida. Me considero una mujer de éxito, porque este no se mide por los triunfos y derrotas, sino por la forma en que estos se asumen y enfrentan. No solo se trata de ser «popular», sino de trabajar con honestidad y demostrar con hechos lo que siempre he proclamado, que el trabajo y el esfuerzo van de la mano y que por ende, dan resultados. He sido blanco de ataques y lo puedo entender, porque en este medio son utilizados todo tipo de recursos para tratar de denostar mi integridad moral; entregué mi confianza, por lo cual, mi credibilidad ha sido cuestionada, más sin embargo, sigo creyendo en la gente.
He librado grandes batallas, acompañadas de mayores traiciones, sin embargo, sigo de pie, con la certeza de que mejores cosas están por venir. PUEDO SER VULNERABLE, PERO NO SOY DÉBIL. Se ha abierto un nuevo capítulo en nuestra organización sindical, que hoy encabeza nuestro compañero José Luis Garza Ibarra, a quien felicito y deseo el mayor de los éxitos. No me despido sin antes mencionar y agradecer a mis compañeros que se nos adelantaron en el camino, que fueron piezas claves en esta experiencia de vida. GRACIAS mis queridos compañeros…. Como siempre, a sus órdenes… Alicia M. Hernández Olivares