La guionista Paz Alicia Garcia Diego afirma que hacer arte mejora el mundo.
Por Sonia Contreras
“Hacer arte mejora el mundo”, señaló la escritora y guionista mexicana Paz Alicia Garciadiego, autora del guión de las afamadas películas Profundo Carmesí y El Evangelio de las Maravillas, de Arturo Ripstein.
“Entones hay que hacer arte y contar historias, pero el que desee escribir guiones tiene que haber leído mucha literatura; es allí donde se aprende a contar y te das cuenta de que el mundo está lleno de historias”.
Además, dijo, el aspirante a guionista tiene que ver cine, saber de cine y estar atento a lo que pasa alrededor.
Saber detectar las historias, que no necesariamente tienen que ser las grandes historias, pueden ser simples, como la de un taxista que le robaron su coche y su lucha por recuperarlo; entonces hay aprender a detectarlas y tener ganas de mejorar el mundo contándolas.
Paz Alicia Garciadiego visitó Monterrey para dictar un Taller de escritura y perfeccionamiento de guiones para cortos y largometrajes a cineastas en ciernes locales.
Dicho taller fue organizado por el CONARTE en coordinación con el Gremio de Cine y se lleva a cabo en las instalaciones de la Escuela Adolfo Prieto del Centro de las Artes, en el interior del Parque Fundidora.
“Un guión es el material básico. Es el como la pulpa de la manzana. Una película, es una historia que se cuenta”, explicó la ganadora al Mejor Guión por La perdición de los hombres en el Festival de San Sebastián (2000).
“El guión es inventar, elaborar y perfeccionar esa historia para que este bien contada en la pantalla”.
A diferencia de la novela, dijo, en el guión no se leen los pensamientos. El cine trabaja más con imágenes, que con palabras. Entonces hay que aprender a contar una historia con lo que se ve y con lo que se hace y con lo que sucede en la pantalla.
“Para hacer mis guiones, yo empiezo con el cuento, con la historia que quiero contar. Luego vine el desarrollo con el formato para hacer guiones, que ya viene desde hace muchos años, desde los inicios del cine.
“Y hay que recordar que el guión no es el producto final, es un paso para la creación de una película. Todo guionista sabe que un guión vive cuando está en la pantalla, antes no”, explicó.
Los jóvenes cineastas de Nuevo León, impactados por la violencia.
Paz Alicia Garciadiego, dijo estar gratamente sorprendida por el alto nivel, que ha encontrado en el trabajo de los jóvenes cineastas de Monterrey.
“Tienen una visión regional de Monterrey, que me dejó muy sorprendida, sobre todo por la especificidad de los problemas de Monterrey. Aquí tienen una urgencia de hablar de la situación del Monterrey actual”, señaló
“Es como fuera una necesidad interna de la gente de expresar de lo que se está viviendo en la ciudad, de la sensación de estado de sitio”.
Paz Alicia Garciadiego es profesora de Historia de América Latina en distintas universidades, así como de diversos cursos y talleres de guión cinematográfico.
Fue asesora del taller por el Sundance Institute (Advisor in the Screenwriters Workshop) en Guadalajara en 1993 y 1994. Ha escrito numerosos guiones entre los que destacan los realizados para las películas dirigidas por Arturo Ripstein: “El imperio de la fortuna”, “Principio y fin”, “Profundo carmesí”, “El evangelio de las maravillas”, “El coronel no tiene quien le escriba”, “Así es la vida”, “La perdición de los hombres” y “Las razones del corazón”, entre otras.
Entre sus reconocimientos se encuentran el de Mejor Guión por “Profundo carmesí” en la Mostra Internacionale de Cinema de Venecia (1996) y Mejor Guión por “La perdición de los hombres” en el Festival de San Sebastián (2000).
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